sábado, 29 de diciembre de 2012

El Hobbit: de una ida, y otra ida, y otra ida, y una vuelta

Peter, Peter, Peter. He visto tu particular visión sobre El Hobbit. Me gustó, me lo pasé muy bien viéndola, pero dado el producto de que se trataba y la expectación que habías generado, no puedo decir que me defraudase, pero más que nada porque ya esperaba que cometieses el tipo de fallos que cometes.

Antes de entrar en detalles sobre lo que me ha gustado y lo que no de la película, voy a romper una lanza en tu favor. No estoy entre los que les ha ultra-encantado la película, pero desde luego no comprendo a los que han hecho críticas durísimas diciendo poco menos que parece una película de Uwe Boll. Contra lo que esperaba, no se me ha hecho nada larga. Yo estaba, lo reconozco, entre la gente que pensaba que habías inflado la historia cosa mala para hacer una trilogía, y no es así. O al menos, no de manera negativa. Es decir, hacer a la ligera comentarios del tipo: "es que el Hobbit es un librito así de fino, y El Señor de los Anillos es una trilogía, no pueden durar lo mismo" es un gran fail (que yo mismo he cometido, repito). Quien después de haber visto la película sigue pensando que el metraje está relleno o estirado, es que o bien no ha leído la novela El Hobbit, o no tiene ni idea de lenguaje cinematográfico. Es tan simple como que las dos obras de Tolkien están narradas en estilos totalmente distintos. Una escena que en El Hobbit se despacha en dos párrafos o una página, escrita en el estilo más minucioso y descriptivo de ESdlA ocuparía cinco hojas. El que a alguien se le haya podido hacer larga alguna escena, como la cena de los enanos al principio, es algo totalmente subjetivo. Yo había oído hablar de esa secuencia e iba con algo de miedo, pero me parece que no le sobra un solo fotograma a toda la película; tema aparte es que haya escenas que no me gusta cómo las has llevado a cabo, pero desde luego no creo que le sobre un segundo de metraje.

Una crítica que he leído también por la red es algo tan bizarro como que "la épica está forzada". De entrada no sé qué entienden los que hacen esos comentarios por "épica"; a mí me parece que se fuerza la épica en las películas sobre deportes, en la que siempre te intentan dar a entender mediante bandas sonoras estridentes y frases grandilocuentes que ese deporte es algo que trasciende las miserables vidas de los mortales, cuando a mí de hecho me parece que es un grupo de gente corriendo jugando a un juego, para conseguir una recompensa o incluso simplemente por pasarlo bien. La épica es algo que aporta cada uno. A mí me parece que lo clavas en dos momentos; primero, narrando de entrada la llegada de Smaug expulsando a los enanos de Erebor, para que desde el primer momento empatices con los enanos y su causa, especialmente con Thorin como heredero expulsado de su reino. Al fin y al cabo, no tan diferente de Aragorn. Y por otro lado, en la narración de cómo los enanos luchan por las minas de Moria, en esa escena te metes al público en el bolsillo. Con ese Azog que me recordaba tremendamente a Kisame Hoshigaki del manga Naruto, interpretado por Manu Bennett (Crixus en la serie Spartacus). La historia es épica por derecho propio, no hay nada que forzar. Es la historia de cómo un heredero desposeído, acompañado de un grupo de compañeros leales, pretende reclamar lo que le fue arrebatado, lo que afecta a todo un reino.

También hay escenas que me parece muy chuli cómo las has resuelto, como la de los trolls que capturan a los enanos (dando un poco más de protagonismo a Bilbo, lo pedía la película) o la huida de los enanos de las cuevas de los trasgos, al menos en su mayor parte.

El problema es que, siendo una película tan esperada, esperaba que la tratases incluso con más mimo que ESdlA, y está claro que no ha sido así. He salido con la misma sensación que cuando salí de Prometheus: lo he pasado bien, me he divertido, pero tiene más fallos que un examen de gramática de Belén Esteban. Ahora paso a comentar las cosas que no me han gustado y que en algunos casos, considero fallos graves (otras son cosas que simplemente no me gustan a mí):

-Orchrist y Glamdring no brillan en presencia de orcos: el asunto ya viene de El Señor de los Anillos, y obviamente tenías que mantenerte firme para mantener la coherencia (aunque en otras cosas no lo hayas hecho, como comentaré luego), pero el hecho de que Dardo brille cuando hay orcos cerca, no es una cualidad particular de esa daga, es algo propio de las armas mágicas de los elfos. Y les pasa lo mismo a las espadas de Gandalf y Thorin. Puedo aceptar como argumento que las espadas están muy presentes en la película y Dardo no, y no querías que pareciese eso Star Wars, pero durante casi toda la pelea del final contra Azog y los huargos, Dardo tampoco brilla. No hablo de algún plano que se haya podido pasar por alto, sino casi toda la escena.

-Fallo gordísimo de coherencia al cambiar al actor de Bilbo: No me voy a quejar de que en la Comunidad del Anillo, en la secuencia introductoria, aparezca Bilbo encontrando el anillo interpretado por Ian Holm, (sería la típica queja de friky gafapastoso), no me hace mucha gracia pero se acepta. Entiendo que seguramente te haya parecido que Ian estaba ya mayor (tiene 81 castañas el muchacho) para hacer de un Bilbo que ronda los 50 años de edad. De hecho, Martin Freeman mola muchísimo, el muchacho lo borda. Pero tío, si haces el cambio, hazlo con todas las consecuencias. Es decir, olvídate de Ian Holm, haz que Bilbo sea y haya sido siempre Martin Freeman. Porque eso lo podemos entender, pero al mantener a Ian Holm en la intro has montado un batiburrillo de paradojas temporales cojonudo: en La Comunidad del Anillo es Ian Holm el que encuentra el anillo, con su cara de señor mayor. Pero aquí cuando lo encuentra es un hombre joven (diez años demasiado joven, Freeman tiene 41), y sin embargo el día de la fiesta de cumpleaños vuelve a ser un vejete. Peter, creo que pasas por alto un dato esencial, y que afecta a la esencia misma de toda la historia: Bilbo, desde que sale de viaje y encuentra el anillo, hasta el día de su cumpleaños, ha tenido en su poder el anillo ¡y no ha envejecido ni un puñetero año! En el primer capítulo del SdlA lo mencionan y de hecho tiene una gran importancia, ya que los vecinos le miran con desconfianza porque lo consideran antinatural "y nada bueno vendrá de ello". Pero incluso olvidándonos del libro, en la primera película Gandalf se queda muy sorprendido y dice textualmente "los años no te han cambiado". Eliminando eso del guión, estás quitándole todo el poder al Anillo, que aunque en esta saga no sea el elemento central, ya sabemos que va a ser lo que decida el destino de la Tierra Media en los años venideros y va a marcar el fin de la Tercera Edad. ¿Cómo se traga eso, Peter? Aclárate y lo arreglas para la versión Blu-ray, anda.

-La repetición de escenas de ESdlA: Eso se hace mucho en el mundo del cine, y normalmente son los productores que les importa una mierda la calidad de la película, lo que quieren es ir a lo seguro para garantizar la rentabilidad de la película, y para ello repiten fórmulas que han triunfado (recuerdo casos tan vergonzosos como la segunda parte de La Momia). Pero tenía entendido que tú tenías un par de pelotas y hacías lo que te daba la gana, y que no te hacía falta recurrir a eso. Así pues, ¿a qué viene repetir la escena del anillo colándose por voluntad propia en el dedo de su portador (escena en que Bilbo huye de Gollum)? ¿O el auto-spoiler cuando Gandalf habla con la mariposa en la copa del árbol, desvelando que van a venir las águilas dentro de un rato? Incluso con la misma música, para que no quede lugar a dudas de lo que va a pasar. Otro tema es la escena de reaparición de Azog en la Cima de los Vientos, está claro que había que aprovechar el escenario que ya teníais fabricado, pero queda raruno.

-Las escenas en las que se te pira la pinza: Lo has hecho siempre, pero ya tienes una edad y un prestigio que deberías de cuidar un poco más. Molan muchas de las escenas pintorescas, originales, atrevidas e ingeniosas que ruedas muchas veces... pero deberías aprender a ver cuándo se te pira la pinza y te vas a lo ridículo, absurdo o incluso estúpido. Te pasó con King Kong en bastantes ocasiones (la estampida de dinosaurios, por ejemplo), en El Señor de los Anillos unas cuantas veces también (el peor caso, la cascada de cráneos en los Senderos de los Muertos). La parte de los enanos en las cuevas de los trasgos tiene de todo un poco: primero, incoherencia cuando se ilumina la espada de Bilbo indicando la cercanía de orcos, pero en vez de echárseles encima los trasgos, como sería lógico, se abre el suelo y caen deslizándose de manera perfecta por unas rocas rugosas y afiladas (cantaba un montón). Y no aparecen los trasgos hasta que no han caído como cien metros, así que es absurdo que se encendiese la espada. El Rey de los Trasgos es totalmente absurdo, hablando en la lengua común perfectamente, sin el más mínimo acento raro ni voz gutural, apesar de tener una papada más grande que Bilbo. La escena en que se cargan al Gran Trasgo todavía no la he entendido, la verdad, es absolutamente surrealista. La escena de la aparición de Gandalf mola un puñado, y casi toda la escena de los enanos y Gandalf huyendo se sale, es el mejor ejemplo de escena divertida, algo esperpéntica pero que mola. Y luego esa muerte del Gran Trasgo, la caída de la endeble plataforma de madera que no se deshace contra la rocas sino que se mantiene intacta aunque se ve que tiene la consistencia de un castillo de naipes, y la llegada al fondo. Ya es difícil de creer que no palme o resulte gravemente mutilado ninguno de ellos por la caída, pero más aún que les caiga encima el Trasgo, que debe pesar como una tonelada, y sigan intactos y sin nada roto. Todos salen corriendo por su propio pie.

Ni un rasguño, tú di que sí...

También es muy graciosa la escena de los pinos cayendo como piezas de dominó, como en el capítulo de los Simpson en el que Homer se cambia el nombre por Max Power. En los Simpson queda bien porque son dibujos animados, y la escena pretende ser cómica y absurda. Aquí resulta bizarra y lamentable. Por no mencionar que Gandalf lanza una piña ardiendo, prende la hojarasca del suelo, y en la siguiente toma, unos cinco segundos más tarde, están los árboles de alrededor ardiendo hasta la copa. Incluso suponiendo que hayas metido un lapso temporal, ¿por qué los árboles de alrededor están ardiendo completamente y en el que están ellos no? Sería más lógico que ardan antes los árboles más cercanos, ¿no?

Hay otra situación, casi al final, que me parece tonta e innecesaria, cuando Thorin parece que está recriminando a Bilbo que es un blando y está entorpeciendo al grupo, y en un instante cambia de tono y lo que hace es darle las gracias y felicitarle con total dulzura. No tiene ningún sentido, y nunca he aguantado ese tipo de escenas bobas, me parece que están al mismo nivel que los diálogos del tipo: "deberíamos irnos a casa, que es tarde"; "no te oigo, pero creo que deberíamos irnos a casa, que es tarde".

-El tratamiento de ciertos personajes: Ya en ESdlA había cosas que no me acababan de convencer, como en general el aspecto extraño y enfermizo de los elfos, y el personaje de La Boca de Sauron, personaje que en la novela se presenta de manera bastante siniestra y en la película has puesto como personaje cómico y ridículo. Aquí sigues en racha, y pones a Thranduil como un anoréxico depresivo bajo los efectos de las drogas, al igual que a Lindir. Tus elfos no parecen elfos, parecen vampiros de Crepúsculo, pálidos y relucientes (es más, el actor que hace de Thranduil hace del vampiro Garrett en Amanecer parte 2). Tolkien siempre habló de los elfos como seres poderosos y de extraordinaria belleza, no mencionó en ningún momento que parecía que estuviesen en clínicas de desintoxicación. Y otra cosa que seguramente sea problema de doblaje, pero oir a Elrond pronunciando "Glamdring" ha sido una de las cosas más lamentables que me ha tocado vivir en los últimos años. ¿Cómo puede un gran Señor de los elfos pronunciar como Carmen Lomana?

El actor que hace de Thorin tiene algo que no me gusta, creo que es algo de la caracterización que no logro ubicar. O el hecho de que casi todos los enanos parezcan tan robustos y Thorin tiene un aspecto más humano y en cierto modo frágil. En mi opinión, Thorin debería haberse parecido más a Dwalin, que le ves y te acojonas. Además, el que tenga el aspecto tan diferente a mi juicio le quita algo de legitimidad para ser su rey, como si fuese un humano bajito que se ha colado de estrangis entre ellos.

Algo así sería Radagast. Ama a las aves, pero no deja que le caguen encima.

Pero la palma se la lleva Radagast el Pardo. En serio, Peter, ¿qué habías tomado cuando decidiste hacer que un Istari, uno de los Maiar, uno de los seres más poderosos de la Tierra Media, fuese un personaje digno de Tim Burton con media cara llena de caca de pájaro? Que ponga esas caras de bobalicón emporrado, y vaya en un carro tirado por liebres... Me atrevo a aventurar a que no hay un solo lector de Tolkien, de los que nos imaginábamos a Radagast como una versión druídica de Gandalf, que no se haya acordado de todo tu árbol genealógico (en sentido ascendente y descendente) cuando ha visto lo que le has hecho a Radagast. Y ya no es solo lo que mole o deje de molar el personaje, más allá de eso, no puedes dar un tratamiento tan ridículo a un personaje que luego va a servir de enlace con una de las partes más oscuras de la historia, la toma de contacto con el Nigromante.

A pesar de todo, como decía al principio, la película me ha divertido, y cuando veo una película es para pasarlo bien. No soy crítico de cine y no me pagan por evaluar las películas, por eso lo que intento es divertirme y disfrutar de ellas, y no entiendo a la gente que se empeña en hacer una disección de cada película que ve (algo así como la gente que va a un concierto y se lo pasa haciendo fotos y grabando videos, en vez de disfrutarlo al 100%). Pero muchacho, es que el que te habla es un frikazo de Tolkien, y hay cosas que cantan a la legua. Aun así y con todo, dado que la película ha cumplido su objetivo de divertirme, le daría un aprobado tirando a bien. Pero ándate con ojo, que te voy a tener vigilado.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Reflexiones televisivas (I)

He estado reflexionando últimamente sobre algunas de las cosas que se ven por televisión y he extraído algunos pensamientos profundos:

- La barba de Jorge Javier Vázquez me genera inquietud. ¿De verdad es una barba, hecha de pelo humano? Me da la sensación de que está más pintada que los abdominales de 300.
También barajo la posibilidad de que se haya pegado velcro, el bonico.

¿Qué pretende expresar con esa cara, exactamente? ¿Es un retrete lo que tiene detrás?

- Los anuncios de La Mutua son una mierda detrás de otra. El publicista es como un aspersor cargado de diarrea. Creo que tengo fichado al creador de tan magnas obras de otros anuncios, salvo que haya creado una corriente propia y sean legión; está caracterizada por poner a gente más o menos con carusa (o al menos buena presencia), pero con la expresividad de un filete, en actuaciones tan artificiales como absurdas. El anuncio que transcurre en una especie de taller con los mecánicos con mono azul aún me provoca pesadillas de vergüenza ajena insondables, porque si el guacho es malo plasmando a gente que habla, las coreografías son lamentables. Luego hemos podido presenciar otros anuncios como el de los dos panolis de azul bailando igual, la pelirroja que se convierte en niña o la pareja que baila encima de un piano en una azotea (¿wtf?). Hay algunos que son meramente ignorables, pero otros deberían estar sancionados por alguna conferencia internacional.


- Mujeres y Hombres y Viceversa da más asco que un elemental de mierda. Solamente ha habido una ocasión en la que lo pillé haciendo zapping y lo seguí viendo hasta el final, y era un día que tenía fiebre y descomposición gástrica (true story). Qué simbólico todo. Ojo, no es fácil hacer que un programa lleno de tías jamelgas consiga dar tanto yuyu, pero ellos lo han conseguido. Al menos les reconozco ese mérito.

-Los anuncios de teletienda son cada vez más bizarros. De toda la vida han vendido cuchillos que cortan hasta las relaciones de pareja y aparatos de abdominales que son la leche, y no como los anteriores que eran una mierda; eso sí, hasta que sacan otro invento a los pocos meses, y entonces este es de repente una mierda que te puede provocar lesiones y no sirve para nada; y te lo sacan en blanco y negro, y el que lo usa lleva ropa cutre, tiene problemas graves de coordinación y pone cara de no saber qué demonios está pasando. Pero no sufras, que ahora puedes comprar el "Ultra Super Wonder Abdominwingler 4000 turbo".

Esto sólo lo tienes en casa si eres un cerdaco.
Pero de un tiempo a esta parte la cosa se está volviendo bizarra por momentos. Uno de mis favoritos es el Pest Reject, un producto que enchufado a la corriente eléctrica genera un campo de vibraciones electromagnéticas en toda la red eléctrica que molesta profundamente a las alimañas indeseables (creo que no incluye a ex-maridos y suegras metomentodo, lo siento) y provoca que hagan el petate y se larguen de tu casa. Al margen de que tengo la sensación de que el ingenioso dispositivo te puede joder la red eléctrica del hogar, y que el vecino que tiene perro y/o gato se va a cagar en tu puta madre (con perdón), el anuncio es mundial. Yo no sé dónde vive la peña que sale en el anuncio, pero creo que debe ser el templo maldito de Indiana Jones (parece que yo pisa pan tostado). Por Dios, hay un plano en el que en un fregadero hay como cinco tipos de insectos diferentes, parece que los bichos han montado un grupo de aventureros para ir a matarte y llevarse el botín. Y no nos olvidemos de las ratas que te hacen emboscadas en el armario. Si alguien no lo ha visto, podéis verlo aquí.

Pero si queréis ver la verdadera efectividad del artilugio, vedlo aquí mejor.

Y por supuesto, está la joya de la corona, todos lo conocemos, todos lo hemos visto. Sí, amigos, hablo del maravilloso anuncio de... ¡¡¡Jes Extender!!! Creo que no hace falta ni entrar a valorar el anuncio, ni siquiera el producto en sí, para empezar a sacar fallos. ¿Qué cojones es ese nombre? ¿"Jes"? Suena a una mezcla de "Yes" y "Jet" ideada por alguien que no tiene ni zorra de inglés. Bien, entramos a valorar el producto... bueno, no hay mucho que decir, es un artilugio que te estira el pene. La idea es que te lo colocas durante x tiempo con el pito estirado, y a la larga ya se te queda así. No voy a entrar a cuestionar esto porque al parecer hay estudios científicos que avalan la teoría, pero digo yo que no habrá temas médicos más urgentes que agrandarte la pilila, ¿verdad?

"No solo estamos felices con Jes Extender, también con nuestro precioso sofá"

El anuncio es una joya. Los actores son lo más, aunque lo realmente curioso es que hayan encontrado gente para interpretar esa ópera prima del absurdo. La teoría más extendida es que no son actores (cualquier actor sabe que salir en ese anuncio acabaría con su carrera forever and ever) sino colegas del director que no tenían nada que perder. Está el friky de la coleta (digo friky en el buen sentido, no como Paco Porras o Belén Esteban, es que el pavo parece que va a sacar en cualquier momento una pantalla de director y te va a dirigir un Dungeons & Dragons), la pareja sórdida del viejuno y la rubia (y no por la diferencia de edad, simplemente es que son... sórdidos) y la tipa del coche, la estrella indiscutible del show. Veamos, ¿qué idea tenía en mente el director para sacar a una tronca diciendo desde la ventanilla del coche "yo no sé los demás, pero a mí, me gustan grandes"?. No he encontrado el anuncio original, pero sí este resumen. Por cierto, el que habla al final parece una parodia de La Hora Chanante o Muchachada Nui. Ese tonillo a lo Julián López es impagable.

martes, 4 de diciembre de 2012

Receta: "Magdalembas"

Cambio de tercio radicalmente y os pongo una receta de magdalenas. Hace poco mi chica se apuntó a un curso de elaboración de muffins y ésta es una variación que pensé yo, bastante energética para ir de viaje por la Tierra Media (o por donde se tercie).

Advierto, para los paladares sutiles, que el sabor es bastante potente. Los que hice yo, con un toque de canela y jengibre en polvo, parecen más propios de los orcos que de los elfos XD. Si se prefiere más suave se puede reducir la cantidad de café y/o cacao.

Lo importante, eso sí, es que además de los ingredientes y un horno, hay que tener un molde para muffins de silicona. Los hay para 6 o 12 unidades, que yo conozca. Las cantidades que doy en la receta es para un molde de 6 unidades, con las mismas cantidades salen 18 magdalenas pequeñas (yo pensaba que serían exactamente la mitad de tamaño, pero me equivocaba).

Hacen falta:
- 140 gr. de harina de trigo tamizada (se puede remover bien para que desaparezcan los terroncillos, si no la puedes tamizar).
- 55 gramos de azúcar.
- 1 pizca de sal.
- 1 pizca de bicarbonato (si usas yogur).
- 20 gramos de café soluble; los hay más finos y más gruesos. Yo tenía por casa uno grueso de marca blanca y lo molí en un mortero hasta que quedó parecido a la textura del nesquik.
- 10 gramos de cacao en polvo.
(las cantidades de café y cacao se puede reducir o aumentar, depende del sabor que se quiera potenciar)
- 1 huevo mediano.
- 3 cucharadas de aceite de girasol.
- 125 ml de lácteo: leche (yo he usado de soja y queda bien), yogur líquido o nata líquida. Cuidado si no es neutro, por ejemplo un yogur de sabores, porque se notará en el resultado final. Lo cual puede ser bueno, no lo descartemos, pero tenedlo en cuenta.
- Opcionalmente, 3 nueces partidas por la mitad o 6 enteras.
"Aparta esa bazofia de mi vista, amigo. ¡Yo quiero Magdalembas!"

Empezamos:
  • En un bol de tamaño majete, echamos la harina, el azúcar, la sal, el bicarbonato, el café y el cacao. Se remueve muy bien para que quede bien mezclado, y se hace un montículo con un cráter.

  • En otro recipiente batimos el huevo ligeramente, y lo mezclamos con el aceite y el lácteo que hayamos elegido.

  • Echamos el líquido en el cráter de la mezcla sólida, creando un efecto apocalíptico (nos podemos imaginar la lava destruyendo a la gente que nos cae mal, que es muy catártico). Lo mezclamos bien, pero a mano. No se debe usar batidora para que no quede totalmente homogénea la masa.
  • Cuando está todo mezclado, es el momento de poner el horno a precalentar a 200ºC durante unos 10 minutos y preparar el molde. Para los más inexpertos, aclaro que hay que sacar la bandeja antes de calentarlo para poder manejarla con más comodidad y sin quemarse. Ponemos las cápsulas de papel en el molde de silicona, o si no tenemos cápsulas, engrasamos el molde con un poco de aceite o mantequilla. Lo suyo son las cápsulas, es un gasto añadido porque normalmente son de un solo uso (también las hay reutilizables de silicona pero no es lo mismo) pero quedan con el efecto de magdalenas de toda la vida. Además, la prueba que he hecho yo engrasando el molde salió regulín. Si le vamos a echar nuez como hice yo, llenamos cada hueco hasta la mitad, le ponemos la media nuez o nuez entera, y terminamos de rellenar. Con las medidas que he dado, debería quedar  cada hueco más o menos hasta arriba.
  • Ponemos el molde en el horno y horneamos durante 20 minutos. Lo ideal es un horno con difusión del calor, pero si tenemos un horno más antiguo, basta con ponerlo que caliente por arriba y abajo, y a los 16 minutos apagamos la parte de arriba.
Y ya tenemos nuestras calóricas y deliciosas magdalenas. Son perfectas para un día que vayamos de excursión o simplemente a tener mucho ajetreo en el trabajo.