martes, 10 de abril de 2012

Mi faceta gamer: Rage

Bueno, voy a estrenar esto hablando de un juego que ha caído hace poco en mis manos, y al que tenía ganas desde hace tiempo: Rage.



Reconozco que no soy un gamer al uso: no me compro los juegos en cuanto se estrenan (más bien espero que me los regalen o tiro de segunda mano), no estoy pendiente de las novedades ni voy controlando qué juegos saca esta u esta otra compañía. Yo tengo el siguiente modus operandi: el juego cae en mis manos lo más barato posible, me lo paso teta, y cuando se acaba, se acabó. Os pongo en antecedentes para que vayáis juzgando si os podéis fiar de mi opinión de jugador no-hardcore.

En su concepción más general, el juego no es nada original. Se trata de un entorno post-apocalíptico, en este caso tras la caída de un meteorito, y nuestro protagonista aterriza en la Tierra tras haber pasado un tiempo hibernado en el espacio. Cuando aterriza descubre un mundo devastado en el que casi no hay ley, poblado de bandidos, mutantes, etc. Vamos, que un calco de Fallout, ¿verdad?


Sí y no. Descrito sí que puede sonar terríblemente parecido, pero estamos ante un tipo de juego muy distinto. Incluso tratándose de un FPS, está bastante menos orientado al estilo rol y más al clásico shooter. No tenemos esa abrumadora libertad de elección que caracteriza a casi todas las producciones de Bethesda, pero tampoco resulta lineal. Vamos, no es Skyrim pero tampoco Resistance. En algún momento puedes coger alguna misión secundaria, y se agradece el tener tiendas donde vender y comprar cosas y algo de sensación de civilización, pero en esencia seguimos una trama principal.

Una cosa que me ha llamado la atención leyendo artículos sobre el juego, es la descripción de que es "el típico juego postapcalíptico, todo en gris y marrón". No sé muy bien si quien escribe el artículo sólo ha visto algún trailer de Rage y opina sin tener ni idea, o si tiene el televisor petado y no se ven bien los colores. El juego es enormemente colorista, incluso teniendo en cuenta la temática y los parajes desérticos. La estética del juego es fascinante; sí que tiene mucho de Fallout y de Mad Max, pero también tiene una clara influencia steampunk y toques de western.

Entre la devastación, también encontramos nenas fresquísimas

Dos ejemplos en los que vemos que el diseño de personajes no tiene nada que ver con el hieratismo de la saga Elder Scrolls (incluso en Skyrim) sino que se ha cuidado mucho más el apartado artístico:

La moza de la derecha es Loosum Hagar, en el primer asentamiento al que llegamos, y es quien nos enseña a lanzar el wingstick (una especie de boomerang letal). De entrada vemos que en el mundo devastado también hay lugar para la fresquez.


 El notas que hay aquí a la izquierda es Halek Hagar, el vendedor y comprador de pertrechos del poblado en que comenzamos el juego. Me fascina la cara de vividor emporrado que gasta el menda. XD


 




Y si nos fijamos en las tropas e instalaciones de la Autoridad (un gobierno déspota del que al principio no sabemos nada, salvo que nos están buscando), tienen una estética ultra-futurista muy lograda; a mí personalmente me recuerda  bastante a Metal Gear y a Crysis.


Otro punto fuerte, relacionado con la libertad (moderada) de elección, es el apartado de los vehículos. A lo largo de la trama iremos consiguiendo una serie de vehículos con los que nos trasladaremos a los distintos emplazamientos de las misiones. Pero no sólo sirven para eso: el juego cuenta con un sistema de carreras en las que podemos participar en diferentes modalidades, unas pacíficas y otras no, para conseguir mejoras para nuestro vehículo. Además, nos encontraremos con bandidos también motorizados que nos asaltarán con frecuencia (esta es la parte que más me recuerda a Mad Max)


Por último, aunque en absoluto es lo menos importante sino más bien al contrario, hablaría de la jugabilidad. El motor gráfico del juego es soberbio, y las texturas de las más logradas que he encontrado en la PS3. El manejo es muy suave, pero incorporando algo que a estas alturas me parece imprescindible, que es el movimiento subjetivo de la cámara. Es decir, nuestro personaje no va aparentemente montado en un monopatín como ocurre en muchos juegos del género, sino que al andar se balancea nuestro punto de vista, y más cuanto más rápido nos movemos. Por lo que disparar en carrera y acertar es realmente difícil.

La IA de los enemigos es excelente, y varía según el enemigo. Los mutantes atacan a lo bruto, sin ningún tipo de subterfugio; los bandidos se dividen entre tiradores, que obviamente buscarán la distancia y la cobertura, y luchadores cuerpo a cuerpo. Estos últimos son los que más gratamente me sorprendieron, y más nervioso me ponen XD. Intentan hacer quiebros en la carrera para ser más difíciles de acertar, se cuelgan de tuberías, trepan, se apoyan en obstáculos y paredes para darse impulso al saltar... Son una gozada. También resultan muy divertidos los diálogos que mantienen los enemigos durante el combate: amenazas, petición de refuerzos, desesperación ("¡nos están masacrando!"), y ver cómo incluso se van replegando a medida que la situación les es desfavorable.


La parte más chunga del juego para mi gusto (no chunga de aspecto negativo, sino de dar mal rollo) es la de los mutantes, y muy concretamente Dead City (Ciudad Muerta). Es una ciudad en el sentido más estricto de la palabra, con sus plazas y rascacielos, pero totalmente hecha polvo. El lugar está infestado de mutantes, y de lugares con secreciones al más puro estilo Aliens pero que recuerdan bastante más a la carne y sangre humanas. Y la música está compuesta por un auténtico sádico, no he pasado tanto acojone ni con Silent Hill XD.

Bueno, podría seguir hablando de los distintos tipos de armas, los personajes secundarios, la historia, etc. Pero no voy a seguir con el tema, lo mejor es que lo probéis si tenéis ocasión. A mí desde luego me tiene totalmente cautivado.

Veredicto: Epic Win

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